D escubrir la vocación “naturalmente” es lo que la mayoría espera y efectivamente a muchos/as les pasa. Pero “naturalmente” no es sinónimo de “no hacer nada” al respecto. Saber qué quieres estudiar, es el resultado de un proceso.

En general, los/as que deciden qué estudiar “naturalmente”, a lo largo del tiempo fueron poniendo atención en descubrir lo que les gustaba, se fijaban en qué cosas sentían que hacían bien, qué admiraban en otros, qué vida querían tener, que les gustaba de ellos/as mismos/as, etc. No necesariamente se hacían las preguntas así tal cual, pero era algo en lo que pensaban.

Explorar actividades, pasatiempos y experiencias es una gran oportunidad para que te conozcas en distintos contextos y roles ¿Lo estás haciendo? Cuando disfrutes de ellos, piensa ¿qué es lo que te gusta de eso? ¿Cómo te hace sentir?

A algunos/as se les ocurrió espontáneamente, “naturalmente”, otros escucharon la sugerencia de hacerlo… como quieras.

También, quizás algunas experiencias los/as pueden haber influído especialmente, como por ejemplo ser scout; haber visto decidirse a una hermana mayor; practicar algún deporte; ver una película o serie en particular; algo de la contingencia; participar en un voluntariado o incluso vivir situaciones difíciles como sufrir un accidente.

Todas las experiencias presentan miles de oportunidades para conocernos en distintas situaciones y ver nuevas posibilidades ¿Tú estás atento/a a reflexionar sobre tus experiencias? A todos/as nos pasa que vamos rápido o poco conscientes a veces, entonces no ponemos tanta atención.

Por ejemplo, si juegas vóleibol ¿qué podrías aprender de esa experiencia? Te pueden ayudar estas preguntas:

  • ¿Cómo te sientes siendo parte de un equipo y cómo eres dentro de él, qué lugar ocupas (para ti y para los demás)?
  • ¿Cómo te relacionas, eres más o menos sociable, tiendes a ayudar a otros, cómo aportas al equipo?
  • ¿Cuán competitivo/a eres, o no, qué te motiva de jugar?
  • ¿Qué es lo que te gusta de ese deporte, qué te da más allá de los partidos?. Quizás te gusta mucho entrenar, ver cómo mejoras, te relaja…
  • ¿Qué lugar ocupa el deporte en tu vida, a qué otras actividades interesantes lo asocia y qué también podrían interesarte? Por ejemplo, ¡no conozco kinesiólogo/a al que no le guste la actividad física!

Vamos concretando ¡Ejercicio para ti!

Explorar actividades, pasatiempos y experiencias es una gran oportunidad para que te conozcas en distintos contextos y roles ¿Lo estás haciendo? Cuando disfrutes de ellos, piensa ¿qué es lo que te gusta de eso? ¿Cómo te hace sentir?

Ojalá trates de responder por escrito, puedes dedicarle varios momentos en distintos días, sobre todo si sientes que te cuesta empezar.

Sigue esta sugerencia y vas a ver cómo “naturalmente” empiezas a estar más atento/a, más reflexivo/a y por lo tanto más abierto/a a identificar actividades, valores, habilidades que para ti son importantes.

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María José

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